Cuidando el agua de las comunidades de Tasco, una tutela por el páramo de Pisba.
Tres acciones populares han fracasado en el intento de proteger el Páramo de Pisba. ¿Podrá lograrse a través de la acción de tutela?
La Clínica Jurídica MASP ha estado involucrada en abogar por la protección del medio ambiente, especialmente en ecosistemas de gran importancia como lo son los páramos.
Entre los proyectos prioritarios de la Clínica está velar por la protección del páramo de Pisba, que se encuentra ubicado en los departamentos de Boyacá y Casanare. Este páramo abarca una extensión de 105.242 hectáreas, la región paramuna pertenece a la Cordillera Oriental, la cual se caracteriza por ser una importante estrella hídrica y zona de endemismos, dado que posee varias lagunas de origen glaciar y aporta a las cuencas del Río Chicamocha y Magdalena.
En la región tasqueña del Páramo de Pisba nace el río Cravo Sur, que recorre buena parte del Departamento de Boyacá y Casanare, además de algunas quebradas que desembocan en el río Chicamocha. Esta fuente de agua alimenta a la población de varios municipios como Socha, Tasco, Socotá y Chita, y presta servicios ecosistémicos a más de 13.000 personas en Boyacá y Casanare.
El 27 de octubre de 2017 en Tunja fue radicada una tutela en el Tribunal Administrativo de Boyacá, en la que se pide que se proteja el derecho fundamental al agua y el derecho al medio ambiente sano para la protección del Páramo de Pisba. En este caso, fueron 20 las entidades demandadas, dentro de las cuales se encuentran las Gobernaciones, Alcaldías Municipales y entidades centralizadas y descentralizadas encargadas de la protección del medio ambiente como lo son las corporaciones autónomas regionales, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Ministerio de Minas.
Dentro de las pretensiones de esta acción se solicita al juez que tutele los derechos fundamentales al agua de los accionantes. Se trata de 7 habitantes de Tasco, Boyacá, quienes se han visto gravemente afectados por la actividad minera en el páramo por el detrimento en la calidad y en el acceso al agua. Este deterioro en el agua ha resultado por afectar las actividades agrícolas de la región, así como el acceso a este recurso vital en condiciones de salubridad, pues el agua contaminada con residuos químicos y de suelos acidificados tiene el potencial de afectar la salud de las personas que la consumen.
La situación de la afectación en calidad del agua en el páramo de Pisba se ha generado por la actividad minera, así como por las bocaminas que se han dejado abandonadas en el páramo y que, una vez entran en contacto con el agua, acidifican los suelos y contaminan el recurso hídrico con metales pesados y otro tipo de contaminantes químicos. En vista de la grave situación, la Clínica ha trabajado continuamente por la protección del ecosistema y el primer gran logro de este trabajo es la acción tutela que, aunque fue negada en primera instancia, hoy está en curso en el Consejo de Estado.